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Un vecino de Murcia, cansado de no ligar con ninguna chica, se presentó a un casting de una película porno a ver si de esta forma conseguía, al menos, acostarse con alguna mujer. El problema vino cuando se dio cuenta de que la película era de porno gay, aunque por motivos económicos siguió adelante, consiguiendo un papel en la producción.
«Leí un anuncio del casting, y estoy ya tan desesperado que ni me lo pensé. Lo malo es que no leí la letra más pequeña, y al llegar, me encontré aquello lleno de maromos, me pidieron que me diera bien de vaselina, y empezamos la prueba. En un principio pensé en abandonar, pero como estoy tan tieso como desesperado, aguanté el tirón», declara el protagonista de nuestra historia.
«Quiero que se sepa que yo sigo siendo tan macho como antes, lo que pasa es que además de feo, llevo más de tres años en el paro, y un dinerito no me venía nada mal. Sólo espero que no se me encasille y en la próxima pueda rodar escenas con alguna muchacha», apostilla. «Lo mejor ha sido el ambiente de trabajo, los compañeros se ven muy cariñosos y atentos».
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