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Manuel S., de 45 años y vecino de la localidad madrileña de Móstoles, afirma que se ha quedado sordo a raiz de la explosión de su muñeca hinchable mientras mantenía relaciones con ésta. Ha demandado a la compañía japonesa que se dedica a la fabricación de estos juguetes para adultos, aunque de momento ésta no se hace cargo de los daños provocados.
Al parecer, la sordera le sobrevino una noche en que este solterón se encontraba solo en casa y decidió pasar un ratito divertido con su juguete favorito. Todo iba bien hasta que en un empujón la muñeca le explotó justo debajo, lo que le provocó una sordera que según los médicos puede ser temporal, pero que le dura ya unas semanas.
«Yo estaba como siempre, ahí a lo mío, cuando la muñeca reventó», nos cuenta. «No me di cuenta que me quedé sordo hasta que se me pasó el dolor en los genitales, que fue lo que más daño me hizo en el momento», agrega. «La empresa dice que no se hace responsable, que no sabe qué presión tenía la muñeca, en qué superficie se estaba usando, si estaba usando algún objeto punzante o si iba o no depilado».
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