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Ya lo dice el mito, y es que borracho se habla mejor otros idiomas. Pero, ¿qué hay de verdad en esto? Según varios estudios un consumo agudo de alcohol puede tener efectos beneficiosos en la pronunciación y escritura de una lengua extranjera, aportando mayor fluidez y más seguridad en uno mismo.
Un alumno de la Universidad Complutense de Madrid se ha sacado el grado en estudios ingleses de 4 años (antigua carrera de filología inglesa) acudiendo borracho a todos los exámenes. El profesor y sus amigos al principio le tomaron por loco, pero con el paso de los años y los buenos resultados se dieron cuenta de que iba en serio: “Siempre nos decía de tomar algo antes de los exámenes, al principio empezó con una cañas pero luego el cuerpo le fue pidiendo copas e incluso jäger”
Miguel, andaluz de 23 años asentado en la capital desde que empezara la carrera, ha confirmado que el dicho es cierto y nos cuenta orgulloso su método: “Hace cuatro años me di cuenta de que con unas copas de más hablaba mejor inglés, hasta ligaba con las de erasmus. Así que decidí mamarme antes de cada examen y funcionó. Con la excusa de que me meaba mucho consultaba chuletas cada vez que iba al baño”.
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