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No sin mi móvil. Ese es el lema de las nuevas generaciones que con la llegada de los smartphones han revolucionado muchos aspectos de nuestra rutina diaria. El teléfono móvil se ha convertido en nuestro mejor aliado a la hora de ir al baño, el sustituto perfecto de las revistas porno o de corazón y de los ingredientes del tan preciado champú.
Según un estudio elaborado por la Universidad Juan Carlos XI de Salamanca, el 95% de los españoles no saben cagar sin el móvil. La gran mayoría de los encuestados, hombres y mujeres de entre 18 y 35 años coinciden en lo mismo: No defecar con el móvil les provoca angustia, falta de concentración, depresión post separación y la inmensa necesidad inmediata de mirar una pantalla para que la caca salga mejor, de forma espontánea y natural.
Sin lugar a dudas nos hemos vuelto locos y los móviles nos están absorbiendo. Con estos datos tan precisos y relevantes no es de extrañar que incluso este mismo artículo haya sido escrito por una persona desde su inodoro. Si eso le ha servido para apretar mejor nosotros nos damos por contentos.
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