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Un joven del barrio madrileño de Puntetrucillos asegura que lleva casi 6 años haciéndose pasar por cura en diferentes Iglesias de Madrid.
Según el joven, que no ha querido dar su nombre por tema de privacidad, todo comenzó durante el carnaval de 2011 cuando sus amigos y él decidieron disfrazarse de sacerdotes en una fiesta privada. De camino a casa, y al pasar por una iglesia cercana, no se le ocurrió otra cosa que entrar a la iglesia y esconderse en el confesionario. “Esa noche confesé a 4 señoras y me di cuenta de lo mucho que me gustaba aquello” comenta emocionado y con lágrimas en los ojos al recordar cómo empezó en esto. Desde entonces asegura que acude a diferentes iglesias de Madrid al menos 3 veces por semana para confesar a gente anónima.
Según nos relata el joven no solo no tiene ninguna intención de dejarlo sino que además está trabajando en una novela basada en las historias que sus feligreses le cuentan bajo secreto de confesión. “Es una auténtica mina de oro, hay historias que me tienen muy enganchado y quiero hacerlas llegar a la gente de alguna manera”.
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