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Cada vez es más frecuente, o menos extraño, conocer casos de jóvenes subastando su virginidad por Internet. Pero lo que le pasó a la protagonista de nuestra historia seguramente sea la primera, y casi seguro la última vez que pase.
Y es que resulta que una vez terminada la puja, que se fue más allá de los 2 millones de euros, la muchacha, una brasileña de 19 añitos, descubrió horrorizada que el que ganó la apuesta fue, ni más ni menos que su padre. Esto fue propiciado, en gran medida, porque las fotografías que acompañaban la puja no mostraban el rostro de la chica.
Ahora queda saber para qué necesitaba el dinero, porque el padre se ve que no tiene falta de él. En el anuncio ponía que necesitaba la plata para mantener a sus padres y sus cuatro hermanos, algo que, evidentemente, no era necesario. El padre, por su parte, quiere hacer valer su condición de ganador de la subasta, obviamente no para desflorar a su hijita. Lo que sí afirma es que «su virginidad es mía, y ahora yo decido cuándo, cómo y con quién la perderá».
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