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La milagrosa anécdota tuvo lugar ayer por la tarde en una corrida de toros celebrada en las fiestas de San Mateo en la ciudad de Logroño, uno de los toreros recibió una espeluznante cornada en sus partes íntimas, pero por suerte no recibió ningún daño debido al relleno que llevaba dentro del traje de luces.
La tarde de toros transcurría con total normalidad hasta que un toro embistió salvajemente a uno de los toreros, el público se temía lo peor, pero pudo levantarse por su propio pie y sin nada de sangre en su malogrado traje. La gente no podía creerse lo ocurrido «nos quedamos en shock, pensábamos que no la contaba y sin embargo terminó la faena tan campante».
Más tarde se supo que de milagro tenía poco, el torero utilizaba relleno para marcar un paquete más grande y el pitón del toro golpeo justo en ese punto evitando la tragedia. Aunque ahora el torero en cuestión se avergüenza de la noticia, debería de estar muy agradecido.
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