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Los hechos sucedieron en la mañana del miércoles pasado cuando en un Centro Médico de Especialidades de la provincia de Huelva, se llevaba a cabo la consulta de ginecología atendiendo a las señoras que previamente habían sido citadas.
Cuando le tocó entrar a la susodicha con motivo de simple revisión rutinaria y el doctor le dijo su frase habitual de «braguitas fuera» se acercó hasta la entrepierna y el desagradable olor hizo que no pudiera contenerse vomitando las tostadas que acababa de desayunar a la vez que decia, vístete y largo de aquí, cuando te laves vuelves.
La ofendida señora mostró su enfado amenazando con ponerle una reclamación a la vez que decía, según cuenta la enfermera testigo de los hechos… «No me lo lavo por dos razones, la primera porque conozco a una vecina que se lo lava cada dos meses y nunca le ha cogido infección, de tanto lavarlo se queda el tonto sin defensas. Y segundo, en cuanto me lo lavo mi marido se me sube encima, así que ya vendré otro día, que… es usted muy delicado».
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