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Un grupo de 10 amigos londinenses con edades comprendidas entre los 29 y 47 años se encontraban el pasado fin de semana disfrutando de unas merecidas vacaciones en la costa levantina.
Por recomendación de otros amigos que ya habían estado en España con anterioridad y como colofón final a su visita española decidieron acudir a un conocido chiringuito de Gandía para disfrutar de la gastronomía levantina. Encargaron pues el plato más conocido de la cocina valenciana, una enorme paella para 10 personas. La comida empezó bien, entre sangría y entrantes, pero nadie se esperaba lo que sucedió cuando les sirvieron la paella. “No me podía creer lo que vieron mis ojos cuando nos trajeron la “sarten esa grande”, nos habían echado bichos por encima y no pude evitar vomitar” explica uno de los comensales, “además no se dignaron ni a servirnos en los platos, dejaron allí la “sartén” sin más” añadió.
Finalmente los 10 amigos ingleses acabaron vomitando lo que provocó el vómito de otros asistentes al ver el dantesco y asqueroso escenario. El grupo de amigos acabó en el cuartel de la Guardia Civil denunciando al chiringuito porque les pusieron “bichos” para comer. El restaurante alega que no eran más que caracoles, un producto típico de la gastronomía española y que suele acompañar a los arroces.
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