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A mitad de mañana del día de hoy, se personaba en la Jefatura de Policía Local de un pueblo de Oviedo, una señora de algo más de 60 años de edad solicitando hablar con el Jefe a la vez que mostraba 5 boletines de denuncia por mal estacionamiento durante el mes de abril.
«No puede ser, son denuncias injustas, un poquito de línea amarilla o no poner intermitente o pasar un semáforo en ámbar, además se trata siempre del mismo agente, mi yerno es policía en este pueblo y no he querido llamarlo para contarle esto por no molestarlo». Cuando el sargento comprobó que el número de agente denunciante se correspondía con el yerno de la enfadada señora, entendió que no era algo casual si no intencionado llamándolo de inmediato.
«Que va jefe, yo cumplo con mi trabajo, casualidad que he denunciado el coche de mi suegra, esa que dijo que mientras tuviera coche, iria todos los días a la hora de la siesta a tomar café a casa de su hija, a mi casa»
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