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Los hechos sucedieron el pasado sábado en un municipio de la provincia de Cuenca, a falta de una semana para la celebración de boda, las amigas de la «novia» habían preparado una despedida de soltera en la que también estaban las hermanas, primas y madre de la protagonista.
Todo transcurria con la normalidad de un evento de este tipo, cenaban en un restaurante todas conjuntadas y ataviadas de bandas y diademas con forma de pene. El alcohol iba calentando el ambiente y a la hora del postre llegó la sorpresa, se apagaron luces, colocaron en círculo las sillas y con la música apareció un apuesto y musculado joven, entre chillidos y adjetivos subidos de tono el espectáculo comenzó. Tras dedicar unos movimientos sexis a la novia, se fue hacia la madre de ésta y cuando le dio la espalda, la señora no dudó en morder una de sus nalgas, marcandole los dientes.
Ayer tuvo que comparecer la señora en el juzgado… «Iba con cuatro vinos, me emocioné y no pude evitarlo, me pasó el culo por la cara y le mordí, ay madre que rico».
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