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La anécdota más llamativa en la Feria de Sevilla este año ha sido una caseta que ha batido récords de asistencia ofreciendo en realidad los mismo servicios que un puticlub, la caseta en cuestión se ha llamado «Molino Rojo».
La caseta ha estado abarrotada durante toda la Feria, el boom le ha venido bien a las casetas colindantes también «iban a la caseta de al lado, pero como había cola, y nunca mejor dicho, pues se metían a tomarse un rebujito fresquito en la nuestra para hacer tiempo». Alguno de sus asistentes ha declarado que «entré y me sorprendió la luz roja, pero cuando le tiré los tejos a una chiquilla y me quiso meter para dentro del tirón fue cuando supe que pasaba algo raro, no soy tan guapo, pero tampoco me quejé».
El aforo era limitado pero aún así han barrido en asistencia al resto de casetas «era muy cómodo entrar, echar un casquete y seguir luego de fiesta, para conseguir eso en otras casetas no veas la que hay que liar». La única pega según muchos de sus clientes han sido los precios «25 euros una jarra de rebujito, vaya pasada, pero bueno, por la compañía merecía la pena».
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