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Una discoteca de Tarragona ha sido temporalmente clausurada por un posible delito contra la salud pública. Varios de sus clientes, más de cincuenta según las primeras estimaciones, denunciaron haber sufrido alucinaciones después de haber consumido algún tipo de bebida en el establecimiento.
El primer incidente tuvo lugar la noche del sábado, cuando un joven acudió a una comisaría próxima al local de ocio asegurando que unos gnomos le estaban haciendo la vida imposible, tirándole del pelo y las orejas y llamándole fracasado. Lo que en principio parecía una broma, pronto se tornó en algo preocupante, pues varias personas más telefonearon al 112 para informar de que un dragón había aparcado en una plaza reservada a minusválidos, o que Francisco Franco se encontraba en mitad de la carretera advirtiendo a los conductores de los peligros del independentismo. Todas las personas presentaban una coincidencia: venían del mismo lugar.
Una patrulla se personó en la discoteca y tras tomar varias copas para constatar la relación, averiguó que el motivo de todo era que el barman estaba colocando marihuana en los mojitos, en lugar de hierbabuena. El propietario únicamente ha manifestado que si se trataba de marihuana, habrá que cobrársela a sus clientes.
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