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Katy Favre de nacionalidad francesa decidió hacerle un curioso regalo a su marido como muestra de amor y fidelidad para su octavo aniversario de bodas y aprovechando que ella estaba pasando unos días con unas amigas en España.
Katy creyó que sería una buena idea tatuarse el pene de su marido en su culo con lo que acudió a un estudio de tatuajes acompañado de sus amigas y mostró al tatuador una foto de la herramienta de su cónyuge. La sorpresa fue cuando la francesa volvió a Marsella, su ciudad de origen y le mostró “el regalo” a su marido. No sólo no le gustó sino que la dejó y se fue de casa. Más tarde Katy se dio cuenta que la foto de su nuevo tatuaje ya llevaba unos días rodando por todas las redes sociales por lo que su esposo había sido objeto de burlas de todos.
La empresa PropeTattoo que se dedica a borrar tatuajes ya se a puesto en contacto con ella para ofrecerle el tratamiento al 50% y borrarle ese maldito pene que lleva la nalga. Por el contrario Paul Boiteé, el marido fugado ya ha puesto una denuncia al tatuador de la obra maestra, alegando que su miembro mide 4 centímetros mas y que no ha sido operado de fimósis. Según hemos podido ver en el periódico francés Le Figaro, parece ser que el dibujante ha representado en la nalga de la joven su propio pene y no el Paul Boiteé, por lo que se le imputa de un delito de falsificación de pene. Esto en España no se contempla como delito aun porque no se han dado casos, pero en Francia estas acciones pueden acarrear penas de hasta 24 meses de cárcel y una indemnización a la víctima de entre 10.000 y 20.000 Euros.
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