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Siempre se ha hablado de la mala relación existente entre suegras y yernos, por supuesto que hay excepciones pero también se dan casos que merecen ser dignos de noticia.
Un ejemplo de ello ha sido el que se ha dado esta pasada semana en la provincia de Teruel. Una señora de 72 años se personaba en el juzgado a mitad de mañana del lunes a efectos de interponer una denuncia contra su yerno. «El domingo por la tarde fui a la casa de mi hija a tomar café, me sentó mal y cagándome viva fui al váter y el cabrón de mi yerno no me dejó cagar, tuve que salir corriendo al bar de abajo» fueron las palabras literales de la señora ante la cara de asombro de la secretaria judicial.
A pesar de lo estrambótico y rareza de la denuncia, el yerno fue citado al día siguiente y tras tomarle comparecencia, alegó en su defensa argumentos que también causaron asombro «la última vez que cagó en mi casa, tuvimos que irnos 15 días de alquiler hasta que se pudo entrar»
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