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Unos polícias de la localidad de Humareda (Murcia) crearon ayer un altercado público considerable cuando intoxicaron a todo el pueblo después de quemar 20 bolsas de marihuana incautadas el día anterior. Como buenos profesionales se dispusieron a deshacerse del alijo que habían intervenido en la discoteca del pueblo, para lo cual se dirigieron a las afueras y la arrojaron a una hoguera.
Con lo que no contaban estos agentes de la ley es que un viento considerable se iba a levantar justo en ese momento en dirección al pueblo. En pocos minutos la nube de marihuana se posó sobre las casas de los habitantes, que tuvieron que salir de sus casas a respirar.
El revuelo fue en aumento cuando la nube empezó a hacer efecto sobre los jumilleros, y lo que empezó con protestas y enfados acabó con sonrisas, risas y abrazos, visiblemente afectados por la droga que habían respirado. Una vez que se disipó la niebla todos trataron de volver a la normalidad, pero hubo que esperar algunas horas hasta que el efecto se les pasara.
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