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La pasado noche Jose Carlos Díaz, un joven alicantino, intento realizarse, sin éxito, un lavado de estómago al llegar a su casa bastante perjudicado después de una larga noche de excesos.
El joven salió de fiesta como hace habitualmente con sus amigos, pero bebió más de la cuenta y además tomó alguna sustancia “extra”. Según nos ha comentado “tenía muchas ganas de fiestuki y me dieron a probar unas pastillitas de color rosado que me hicieron mucha gracia”. Después de varios intentos de ligoteo fallidos comenzó a sentirse mal y realizó la famosa bomba de humo para marcharse a casa sin avisar a sus acompañantes.
Una vez llegó a casa decidió realizarse un lavado de estómago para sentirse mejor, cogió agua y jabón y comenzó con el proceso, pero lo único que consiguió fue desmayarse y ser ingresado de urgencia. Actualmente se encuentra fuera de peligro y, gracias al cuerpo médico, ya sabe lo que es un lavado de estómago de verdad.
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