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Los hechos ocurrieron en un municipio de la provincia de Cáceres cuando, varias llamadas se recibían en la Policía Local alertando que desde de un camión hormigonera, se estaba vertiendo hormigón al interior de un vehículo estacionado, a través de una ventanilla, siendo además a conciencia.
Personadas en el lugar dos patrullas de Policía Local, se confirmaron los hechos, comprobando que efectivamente, desde un camión de hormigón y a través de la canaleta, se estaba «llenando» el interior de un turismo. De inmediato ordenaron al individuo que manejaba la hormigonera, que cesara de inmediato aunque ya era demasiado tarde. Tras preguntar si lo ocurrido se debía a un accidente, manifestó que ese precioso vehículo era del amante de su mujer y que le estaba echando un poco de peso para que circulara sin temor a las fuertes rachas de viento.
Los agentes comprendieron enseguida la ironía, identificando al autor de los hechos. Lo extraño del caso es que a día de hoy, el propietario del lujoso vehículo, no ha denunciado.
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