Amaestra a su perro para que ladre cuando habla su suegra

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Antonia Murillo, una jubilada de 69 años de edad u residente en el pueblo manchego de Torre del Marqués, he interpuesto una demanda judicial contra su yerno, Alfredo Fernández de 42años de edad y residente en la misma población, porque según ella ha amaestrado a su perro para que ladre cada vez que ella habla.

Según la denunciante la situación se ha convertido en insostenible hasta el punto de decidir dejar de acudir a la vivienda de su hija porque en cuanto abría la boca el perro no dejaba de ladrar. El juez llamó a declarar a Alfredo, el dueño del perro y yerno de Antonia, que no hizo más que verificar los hechos asegurando además que le costó 3 años amaestrar a su mascota para que ladrara en cuando oyera a su suegra.

Sin embargo el Juez ha tenido que desestimar la demanda puesto que no ve motivo de delito en los hechos. Como alternativa el Juez ha propuesto a la demandante a utilizar un modulador de voz con la intención de que el perro no la reconozca y así poder volver a hablar en casa de su hija.