Atraca una joyería para que le detenga su mujer y pedirle matrimonio con un anillo

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Anoche vivimos una historia de película que por suerte para sus protagonistas acabó con final feliz. Pedro, madrileño de 32 años fingió un robo en una joyería de su barrio para que su mujer, que es Policía Nacional, le detuviera y pedirle matrimonio con uno de los anillos robados. Ni al mismísimo Tarantino se le hubiera ocurrido.

Los hechos tuvieron lugar a las 20:30 horas en la calle La Plenitud, en las afueras de Madrid, donde se encuentra la joyería que regenta Aurelio, un vecino muy querido en la zona. Pedro se llevó las mejores sortijas de la tienda y fuera le estaba esperando su mujer para arrestarle.

Tanto el dueño de la joyería como Pedro y los compañeros de trabajo de su mujer estaban compinchados. Nada podía salir mal. Con un pasamontañas y una pistola de fogueo se lanzó a la aventura: “Avisamos del robo a su mujer para que fuera ella quien le detuviera. Estuvo a punto de dispararle en una pierna pero pudimos detenerla a tiempo. Se casan y nosotras nos vamos de despedida”.