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El pasado lunes, un conductor fue interceptado por un vehículo de la Guardia Civil a 180 km/h por la Autovía del V Centenario (A-49) a la altura de la localidad sevillana de Pilas. Los agentes, que acudían a asistir un accidente a gran velocidad y con la sirena del vehículo policial en funcionamiento, no daban crédito a lo que vieron cuando por detrás se les acercó un vehículo de la marca Audi más rápido aún que ellos y que, encima, les lanzaba ráfagas de luces para que se apartaran.
Una vez detenido el infractor, éste alegó que «llegaba tarde al examen práctico de conducir», lo que añadió una infracción más a las ya cometidas. El hombre insistía en que lo multaran rápido y lo dejaran seguir su camino, repitiendo una y mil veces que «a las 10 empieza el examen en Sevilla, y quedan menos de 20 minutos». Evidentemente, el vehículo quedó inmovilizado, y por ello, suspendido el examen.
«Espero que la multa me sirva de justificante para que me repitan el examen sin tener que volver a pagar las tasas, porque con la multa ya me han dejado tieso del todo», se quejaba amargamente el protagonista de nuestra historia.
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