Cuarto Milenio investiga los gritos en un cementerio y resultan ser de una pareja follando
This post has already been read 275170 times!
El afamado programa Cuarto Milenio, conducido por el investigador de lo paranormal “Iker Jiménez” recibía hace unas semanas una alerta por parte de los vecinos de la localidad murciana de “Llano de Brujas” en la que contaban aterrados como desde el campo santo del municipio se escuchaban gritos y gemidos cada noche.
Nada mas recibir el aviso, todo el equipo del programa se puso manos a la obra desplazando más de 20 personas al lugar para proceder a realizar una exhaustiva investigación con el fin de resolver tan misterioso caso. En el equipo se encontraban Operadores de Cámara, sonidistas, parapsicólogos, numerólogos, meteorólogos… Además también se personaron en el cementerio el propio Iker y su mujer Carmen inquietados por lo paranormal que parecía el asunto.
La sorpresa llegó cuando cayó la noche, no hacía ni media hora que habían montado sus artilugios detectores , sus típicos sensores de movimiento, cámaras infrarrojas, detectores de calor y demás cacharros. El equipo se escondió a la espera de que algún alma errante quisiera manifestarse y fue entonces cuando sucedió. Empezaron a oír voces, al principio apenas sonaban pero con el paso de los minutos fueron haciéndose más y más fuertes. Tanto que consiguieron ubicar la procedencia de las mismas en un panteón a escasos metros del lugar donde ellos se encontraban. Efectivamente, como contaban los vecinos en sus declaraciones, se escuchaban gritos, gemidos , lamentos con eco cada vez más entendibles que en ocasiones llegaban a hacer alusión al mismo dios. Con mucho pavor, el propio Iker, seguido de Carmen y tras ellos el resto del equipo, fueron acercándose poco a poco al lugar de procedencia de los gritos y al asomarse al panteón encontraron a una pareja desnuda y gozando a horcajadas de los placeres terrenales de la carne. Las imágenes del encuentro no han trascendido, pero se dice que Iker, tras presenciar el encuentro se quedó mirando boquiabierto y dijo: «Dios Santo, mira que he visto cosas increíbles en mi carrera, pero lo de este chico no es normal, ahora entiendo los gritos». Y así se quedó resuelto el misterio del cementerio murciano.