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La mayoría de vendedores de gofres reconocen que gran parte del éxito de venta se debe al olor, el dulce aroma detectado a decenas de metros, atrae al cliente y compra el producto.
Así debió pensar la dueña de una pescadería de Torrevieja (Alicante), la que con el propósito de atraer clientela, decidió abandonar la higiene de sus partes íntimas y que el olor, se mezclara con el del pescado realzando con creces su notoriedad. Su ingeniosa e insensata idea poco le ha durado tras la denuncia de varios vecinas, «hemos tenido que avisar a Sanidad, esta tía es una guarra, nosotras sabemos de sobra como huele el pescado y el chumino, el chocho de esa no ha visto el agua en semanas, marrana» comentaban varias vecinas del establecimiento.
Tras la denuncia a Sanidad, ya ha recibido inspección y efectivamente ha quedado constancia de la falta de higiene, procediendo al cierre inmediato de la pescadería por el plazo de un mes, «el de los gofres se forra por el olor, pues yo también hago lo mismo, no es justo» alegaba la susodicha ante los inspectores.
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