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Un taxista barcelonés fue detenido el lunes por la Guardia Urbana de la ciudad acusado de un delito de estafa. El testimonio de un turista chino desencadenó la actuación policial, pues el hombre, cliente del taxista, lo acusaba de dar quince vueltas a una rotonda con la intención de cobrarle más.
Los hechos ocurrieron al medio día en una céntrica calle de la ciudad condal. El turista solicitó una carrera de alrededor de dos kilómetros y el taxista, según la versión del pasajero, comenzó a dar vueltas a una rotonda justo antes de llegar al destino. «Le pregunté qué hacía y me respondió que tenía que probar los neumáticos nuevos. Le pedí que parara pero insistió en que era por mi seguridad». El taxímetro marcaba 7,80 euros, pero tras las vueltas se fijó en 9,90, motivo por el que el turista requirió la presencia de las autoridades. A su llegada, la pareja de guardias contempló al taxista amenazando a su cliente por haber éste vomitado en el asiento trasero.
El hombre fue detenido por estafa, además de por daños, pues el ciudadano chino llevaba una bolsa con varios budas de cristal que sufrieron desperfectos a consecuencia de las vueltas del automóvil.
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