This post has already been read 14821 times!
La situación política de Cataluña parece haber traspasado todos los muros. Ayer un episodio tenía lugar en un prostíbulo de Madrid, donde un cliente era expulsado del local por presentarse con un lazo amarillo que le rodeaba el pene.
Todo transcurría con normalidad hasta que el muchacho, natural de Manresa, solicitó los servicios de una señorita de compañía. Cuando el hombre se despojó de su ropa interior dejó a la vista un lazo amarillo en apoyo al independentismo rodeándole el pene. Ante ello la trabajadora se negó a consumar el servicio alegando que esa exigencia no cumplía con las condiciones higiénicas oportunas. La situación se tornó violenta cuando el cliente, considerablemente ebrio, instó a la mujer a «besar a su Puigdemont». «Me decía que le besara el miembro, que se había dejado el vello público largo para simular la melena de Puigdemont».
La seguridad del local expulsó al alborotador. Éste, lejos de cesar de su actitud, siguió voceando en el exterior. Una vecina explicaba que «no hacía más que gritar ‘mi rabo es un preso político que he venido a liberar aquí y no me habéis dejado. Exijo que os comáis la butifarra catalana que tengo entre las piernas'».
This website uses cookies.