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Según se ha conocido esta misma mañana, el Gobierno lleva un mes realizando una operación en secreto para penalizar por fin a todos los establecimientos españoles que realizan esta fraudulenta práctica cada vez más común, subir los precios los días previos al Black Friday para después rebajarlos durante el evento.
Han sido muchos los clientes que han denunciado durante años esta práctica, incluso lo han hecho a través de las redes sociales aportando pruebas, por eso el Gobierno decidió este año castigar a todos los establecimientos que llevasen a cabo estas triquiñuelas. Durante las últimas semanas cientos de inspectores becarios han recorrido las tiendas españolas tomando notas de los precios para poder comparar posteriormente.
Todavía no se ha terminado de realizar el estudio de estos datos pero durante esta semana se informará a los denunciados y tendrán que pagar cuantiosas multas. Las redes sociales celebran esta medida y en la sede del Partido Popular ya se frotan las manos con los futuros votos que esto les proporcionará.
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