Ingresado al intentar blanquearse el ano con lejía
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Un vecino de la localidad madrileña de Móstoles ingresó ayer en el Hospital de la Paz con quemaduras de primer grado en zona perianal e irritación y molestias en el esfínter. El hombre no podía dejar de rascarse las posaderas, y no podía contener ya las lágrimas.
Evaluado su estado, se llegó a la conclusión de que el origen de las lesiones era provocado por alguna sustancia química, probablemente algún líquido. Preguntado el paciente, éste relató que todo empezó cuando intentó blanquearse el ano lavándoselo con lejía.
«Llevo tiempo con una pareja nueva, y quería parecerle un poco más atractivo llegado el momento de intimar. Pedí presupuesto para un blanqueamiento de ano, pero mi sueldo no me daba para un tratamiento de ese tipo. Entonces, recordé que un día me lavé con lejía sin querer y me salieron unas manchas blancuzcas en la piel, así que decidí probar ahí abajo. El mayor error de mi vida», comenta el dolorido protagonista de nuestra historia. «Ha tenido suerte de que el líquido no haya penetrado más en su aparato digestivo. Una botella de litro dice que ha usado el muchacho. Eso sí, ahora por lo menos va depilado», comenta el doctor que le atendió.