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Un hombre de 32 años tuvo que ser ingresado en la tarde de ayer en el Hospital Clínico de Valencia. El paciente presentaba dolores abdominales agudos, provocados por el exceso de gases que no había podido expulsar debido a haberse colocado una pegatina en el ano.
El muchacho explicó a los facultativos que lo atendieron que había optado por esta solución ante los reproches de su pareja. Todo comenzó después de que el afectado ingiriera una ración generosa de manitas de cerdo. «Los pedos comenzaron a ser frecuentes e insoportables», manifestó el chico. «Por no escuchar a mi novia, opté por coger una pegatina de la campaña electoral del Partido Popular y pegármela en el ano». La solución improvisada del hombre contentó a su pareja, no obstante, los dolores no tardaron en aparecer.
Ya en el centro hospitalario, los médicos procedieron a liberar la pegatina. «Se notaba que era de calidad, por lo que al despegarla provocamos una pequeña hemorragia.» Tal era el aire contenido por el joven, que al quitarle la pegatina tumbó a la enfermera de un pedo. Por suerte, la sanitaria recobró el conocimiento rápidamente aunque no pudo parar de vomitar durante más de una hora.
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