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Las monjas del convento de las Hermanas Milagrosas de Cáceres han salido en defensa del uso de la marihuana para las horas de rezo. Aseguran que llevan utilizándola para rezar desde hace al menos dos siglos cuando se fundó el convento.
“El momento del rezo es muy íntimo, la marihuana nos ayuda a encontrarnos con Dios y además es un producto natural que no hace daño a nadie” explica una de las monjas. Cuentan además que nunca la fuman, sino que la utilizan en la elaboración de sus conocidos postres. “Las usamos en nuestras magdalenas y galletitas, que curiosamente son los productos que más éxito de venta tienen”.
Las monjas cultivan su propia marihuana en su propia huerta que tienen dentro del convento por lo que las autoridades no pueden prohibirles el cultivo o uso de la hierba ya que la jurisprudencia pertenece directamente al Vaticano.
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