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La Asociación de Hosteleros han llegado a un acuerdo con el Gobierno para establecer una ley por la cual los camareros sean tratados de una vez por todas como se merecen. A partir del próximo mes, todos y cada uno de los camareros tanto de bares como restaurantes tendrán que ser llamados por su nombre de pila.
La mayoría de la gente tiene la fea costumbre de llamar a los camareros ya sea con un chasquido de dedos, un silbido o un simple “jefe” o “amigo”. Maneras de referirse a un trabajador cuanto menos despectivas: “No podemos consentir que los clientes se sigan riendo así de nuestros empleados. Son personas y como tal merecen ser llamados por su nombre”.
Por lo tanto en cuanto entre la ley en vigor los camareros deberán llevar una chapa indicando su nombre para que esta conducta tan humillante no siga repitiéndose. Las personas que incumplan las normas se verán obligadas a pagar una multa de 50 euros o bien quedarse a fregar los platos.
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