Un perro se come la marihuana del vecino y se pasa dos días maullando

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Ha sucedido en un municipio de la provincia de Castellón, parece ser que el perro de un vecino se coló sin permiso en la vivienda contigua y tras acceder a un patio interno, se comió una planta de marihuana, mordisqueó al menos otras dos y se marchó sin que nadie advirtiera su presencia.

Cuando tres días después el propietario de las plantas se percató de lo ocurrido enseguida adivinó que se trataba de «cabezón», el perro del vecino. Tras recriminar al dueño del animal el destrozo que éste le había causado requiriendo que le pagara sus plantas, le contestó «Ya entiendo lo que le pasa entonces a Cabezón, lleva dos días andando raro, maullando como un gato y torciendo un ojo, como no se le pase pronto llamaré a la Policía para que eche un vistazo a tus plantitas».

El pobre animal que sólo trataba de purgarse, se comió hasta las magdalenas secas que tenía más de un mes y medio enterradas en un rincón.