Un cura ofrece su esperma a una pareja que no podía tener hijos

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A veces la naturaleza del ser humano hace que sea imposible tener descendencia bien por problemas de él, de ella o a veces de ambos. La situación es a veces traumática o estresante poniendo a prueba la solidez de la pareja.

Tras conocer la noticia, lo más común es someterse a tratamiento médico e incluso a intervenciones quirúrgicas o recurrir a Dios como lo hizo la pasada semana una pareja de un municipio malagueño escuchando sus súplicas el sacerdote que tiene a cargo la Iglesia del pueblo. «No os preocupéis, que si no tenéis hijos es porque nuestro Señor así lo quiere no obstante, si Dios lo ve oportuno yo en su nombre puedo ayudaros poniendo a vuestra disposición mis espermatozoides contribuyendo así una vez más con la ayuda al prójimo».

Ante la extrañeza de sus palabras y disposición para tal efecto, pronto les vino una pregunta que a pesar de sentir vergüenza la plantearon en el mismo instante, recibiendo por callada su respuesta… «donante usted? clavarla a mi mujer sabemos que no y las zambombas… son pecado mortal, no?