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Desde que se diera inicio a la obligatoriedad en cuanto al uso de mascarillas, además de las oportunas sanciones, miles de anécdotas y situaciones peculiares han tenido lugar a este respecto.
Ejemplo de ello, era lo ocurrido este pasado fin de semana en una barriada de Alicante. «Pues estábamos en el barrio auxiliando a los implicados en un accidente y observamos como un vecino, tras defecar su perro, en vez de bolsita, utilizaba su propia mascarilla para recoger la caca», comentaba uno de los agentes denunciantes. Por lo visto, el dueño del can, siendo conocedor de la cuantía de ambas sanciones, no dudó en utilizar su propia mascarilla para recoger los excrementos.
«No me esperaba ver a la Poli en el barrio y la putada fue que no cogí la bolsita, menos mal que reaccioné rápido, es más barata la multa de la mascarilla que la de no recoger la caca de mi Canela», manifestaba el vecino ante los Medios, los que hacían público lo ocurrido como anécdota a pesar de la grave situación que acontece en la actualidad.
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