Un cura se tira un pedo en mitad de un entierro y le echa la culpa al muerto

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Los hechos tuvieron lugar en un pequeño pueblo de Badajoz durante el entierro de un vecino muy querido de 89 años. La familia y amigos del fallecido rezaban su último adiós junto al cura del pueblo encargado de oficiar el funeral cuando de repente un extraño ruido rompió el silencio y captó toda su atención.

El brutal estruendo procedía de la zona donde se encontraba el cura, que estaba junto al ataúd del fallecido, por lo que todas las miradas apuntaban a él, que por supuesto negó lo sucedido. Pero no contento con ello le echo la culpa al difunto, alegando que a veces un cadáver puede expulsar gases de forma natural e involuntaria.

Cuando terminó el entierro un familiar del fallecido que tenía la mosca detrás de la oreja por lo sucedido se acercó al párroco y le pidió que jurara por Dios que él no se había tirado el pedo, a lo que el cura terminó confesando: “Me dijo que había sido él, y me pidió disculpas en nombre del señor porque había desayunado fuerte«.