Una bolera marca sus bolas para que los clientes no metan el pene en los agujeros

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Es un hecho más que evidente que los hombres, en su constante necesidad de aparearse, cuando ven un agujero, lo primero que piensan es en introducir su colita para conseguir placer.

Una cosa es la naturaleza del hombre en si y otra es que tenemos uso de razón y ello nos debe diferenciar de los animales pero en muchos casos no, como lo que está ocurriendo en un municipio de Cádiz donde, el cachondeo se une con las ganas de sexo y ahí vienen los problemas. El dueño de una cafetería en la que hay una bolera de dos pistas, ya cansado de tener que avisar al 112 para atender a chavales, ha puesto pegatinas en cada una de las bolas advirtiendo «No meter el pene».

«Desde antes de Navidad hasta la semana pasada, 7 siete chavales han tenido que ser atendidos por meter el rabo tieso en los agujeros y no poder sacarlo porque le hacía herida». Además de producir daños en el pene, el dueño del local ha manifestado que eso es una gamberrada y antihigiénico porque después otras personas meten los dedos ahí.